Cuando las bandas mexicanas Café Tacvba y Caifanes se presenten en Chicago la próxima semana, estarán ya casi por terminar la gira de 20 ciudades de Norteamérica que arrancó el pasado 29 de mayo.
Y llegarán ya con un centenar de momentos capturados en fotos y videos que se han compartido en las redes sociales y que han sido una celebración para sus seguidores.
En Chicago se presentarán el 29 de junio, siendo esta ciudad la penúltima ciudad del recorrido que ya ha cautivado a fanáticos de casi 20 ciudades; las imágenes y videos de este encuentro de dos de las bandas mexicanas más representativas de la escena del rock en español y música alternativa están de lleno en las redes sociales.
Café Tacvba celebra este año sus 35 años de carrera innovando y creando; la banda ha grabado ocho discos de estudio, tres en vivo, un compilado y un EP, y ha ganado premios y reconocimientos.
Es y sigue siendo una de las bandas de rock alternativo de la escena latinoamericana más celebradas, aclamadas y que continúan “dándole al taconazo” con sus cuatro integrantes originales. Tanto Caifanes como Café Tacvba tienen una historia en Chicago de más de tres décadas presentándose en festivales y recintos.
De la gira con Caifanes, el lanzamiento de la canción “La Bas(e)” y los 35 años del grupo, conversé con Joselo Rangel, guitarrista, fundador, compositor, escritor y uno de los cuatro integrantes de Café Tacvba, junto con Rubén Albarrán, Emmanuel del Real, Quique Rangel y “el quinto tacvbo” en los escenarios, Luis Ledezma “El Children”.
Esta conversación-entrevista con Joselo Rangel se realizó antes que comenzara la gira. Se editó por claridad y extensión.
P: Cuando se anunció la gira con Caifanes hubo a quienes les pareció extraño y otros lo celebraron. ¿Cómo lo tomaron ustedes?
R: Lo que se me hace más extraño es que a la gente se le haga extraño. Nos han llegado a preguntar “¿no son competencia?”. En la música no existe eso. Puedes escuchar al mismo tiempo a Caifanes, Molotov, Café Tacvba, Peso Pluma o a Los Ángeles Azules. Cuando llegó la propuesta de la gira, la vi no como guitarrista de Café Tacvba sino como público, que es quien sale ganando. Fui muy fan de Caifanes antes que existiera Café Tacvba. Recuerdo haberlos visto la primera vez que tocaron “La Negra Tomasa”. Nosotros ya estábamos haciendo música, aunque ellos comenzaron un poco antes que nosotros. Somos contemporáneos, hemos tenido carreras distintas y seguimos jalando a mucha gente, sigue escuchando nuestras canciones. Esta gira es para el público.
P: Justo antes de la gira estrenaron el tema “La Bas(e)”, una clara alusión a esos juegos infantiles que muchos mexicanos jugábamos durante la niñez, ¿cierto?
R: Sí, claro. Le he preguntado a mucha gente si lo siguen jugando o no, y sí, pero de manera distinta. También le he preguntado a gente de la República Mexicana si le llamaban al juego “La Bas”, nosotros así le llamábamos y era un lugar casi mágico donde nadie te podía tocar y podías salvar a tus compañeros. Tener eso en un juego se me hacía increíble. Cuando estaba escribiendo la canción pensaba en todos los migrantes, en [por ejemplo] quién fue el primer migrante que llegó a Chicago y que le dijo a otros “oigan, acá hay chamba”. Esa fue mi idea sin pensar que la migración es un juego sino que es algo más complejo y grande de lo que podemos imaginar; está inspirada en ese sentimiento de decir “salvo a mis compañeros, quiero que estén conmigo”.
P: Hay a quienes les ha encantado “La Bas(e)” y otros que no tanto. Esto parece que siempre ha sido el asunto con Café Tacvba. De alguna manera es la banda que desde sus inicios no es entendida, como pasó con discos como “Re” o el “Revés/Yo soy” y que luego, con el tiempo, es celebrada. ¿Cómo lo ven ustedes en el grupo?
R: Siempre que hacemos música, surge de algún lugar: del corazón, del alma, de la mente o de todo el cuerpo. A veces o siempre, no pensamos —al menos yo no lo pienso— si se va a captar o entender. Busco que conecte. Por ejemplo, cuando comenzamos a trabajar [la canción] “Chilanga banda” de la autoría de Jaime López (incluída en el disco “Avalancha de éxitos”, 1996) no nos cuestionamos si la iban a entender. Claro que eso importa, pero también que la gente pregunte, que investigue, que exista una conexión, porque también para eso sirve la música, para conocer otros estilos, otras palabras, culturas y géneros musicales. Eso es lo interesante de la música, que exista algo de misterio, que no todo se sepa, que te genere curiosidad.
P: Como banda, ¿qué han hecho para mantenerse con los cambios en la industria?
R: Nosotros hemos vivido estos 35 años de carrera y seguimos en ella porque tenemos ganas de hacer música, adaptándonos a lo que tenemos alrededor para poder trabajar y expresarnos. Cuando entramos a la industria, el formato de LEP en vinilo ya estaba de salida, nuestro primer disco salió en LEP y cassette. El “Re” —que este año cumple 30 años— salió en disco compacto y gracias a eso fue que pudimos poner las 20 canciones porque antes tener un disco doble era otra historia. El “Revés/Yo soy” (1999) no está en plataformas digitales y ese es otro tema de conversación porque el artista no gana tanto en las plataformas, pero sirven para compartir la música. Luego, cuando sacamos “El objeto antes llamado disco” (2012), se llamó así en alusión a la llegada de las plataformas digitales. Para la canción de “La Bas(e)”, volvimos a trabajar con Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel y decidimos lanzarla así, diciendo que la regla es que no haya reglas. Lo que más nos interesa es conectar. Y hemos podido conectar con un público que es muy fiel.
P: En 2018 cuando se presentaron en el Concord Music Hall, una de sus seguidores me resumió a Café Tacvba con esta frase: “Café Tacvba es cultura”, una cultura que ha traspasado generaciones, como se ve en sus conciertos. ¿Cómo percibes eso?
R: Hemos crecido con mucha gente y hemos contado con mucha gente. Todo esto no lo hemos hecho solos, hemos estado acompañados y lo agradezco. Nunca me hubiera imaginado hace 35 años cuando tocamos por primera vez en “El hijo del cuervo”, un lugar súper chiquito en donde estaban mis familiares y amigos de la universidad, que ese concierto iba a convertirse en lo que está pasando ahora. Lo que dijo esa fan no es algo exclusivo de nosotros, cada grupo y cada música tiene un bagaje cultural que es lo que ayuda a conectar a la gente.
P: En estos 35 años de carrera, siguen siendo los mismos cuatro integrantes. ¿Qué lo ha hecho posible?
R: Admiro a mis compañeros, eso es primordial. Los admiro musicalmente y como creadores y espero que ellos me admiren a mí como creador. Quiero pensar que sí porque seguimos juntos. Cada uno aporta un 25% de lo que es Café Tacvba, a veces unos más otros menos, algunos en sus creaciones son más aventurados y se nota en la personalidad de cada uno los que quieren innovar. Yo a veces soy muy cuadrado, pero por suerte tengo a estos compañeros que me cambian todo. En la agrupación hay admiración y mucho respeto a los tiempos de cada uno, a sus visiones e ideas. En muchas cosas no nos parecemos o coincidimos, pero en la música sucede algo que no puedo describirlo más que como magia: la magia se da cuando los cuatro nos juntamos. Espero que esa magia siga perdurando.